La belleza y el cuidado personal no tienen fecha de caducidad. Si bien se ejerce presión sobre las mujeres para que luchen contra todos los signos del envejecimiento, el objetivo final debe ser aceptar cualquier edad con comprensión y gracia.
Todo cambia en el cuerpo humano con la edad, y la piel no es una excepción. Una rutina de cuidado adaptada a la edad y las necesidades de la piel debe ser una prioridad para cualquier representante del sexo débil.
Entiende lo que tu piel necesita después de los 40
Después de los 40 años, la piel tiene la costumbre de volverse más seca. La capacidad de la piel para generar colágeno y nuevas células disminuye a partir de los 30 años y se acelera después de los 40 años, lo que puede provocar una tez apagada. Las células muertas de la piel se desprenden más lentamente y su acumulación puede acentuar las imperfecciones, las arrugas y la apariencia seca.
Además, a partir de esta edad se notan con mayor facilidad los efectos de la contaminación y la exposición solar, que pueden manifestarse en forma de arrugas y manchas de la edad.
La prevención es crucial
Si bien no puede retroceder en el tiempo para cuidar adecuadamente su piel más joven, nunca es demasiado tarde para protegerla de daños futuros. Los protectores solares son un «accesorio» obligatorio. Combine esto con una rutina regular y sin complicaciones para el cuidado de la piel: limpieza e hidratación diarias, exfoliación suave y aplicación de sueros hidratantes.
Cuidado con el estrés oxidativo
La piel seca, flácida o muy arrugada también puede ser síntoma de problemas de salud, especialmente causados por el estrés oxidativo. Proviene de una acumulación de radicales libres, que pueden atacar y dañar el ADN celular. El estrés oxidativo se produce cuando los radicales libres superan nuestras capacidades naturales de desintoxicación, creando graves trastornos de salud, incluidos signos de envejecimiento de la piel.
Usa antioxidantes para ayudar a la piel
Los antioxidantes son nutrientes esenciales que protegen nuestras células al neutralizar los radicales libres. Esto previene el estrés oxidativo y mantiene baja la inflamación general. Muchos antioxidantes también tienen grandes beneficios para la piel, como:
Vitamina A/retinol/retinoides: estimula el crecimiento de colágeno y ayuda a atenuar las arrugas
Vitamina B3/niacinamida: mejora el tono y la elasticidad de la piel, reduce la aparición de arrugas
Vitamina C/ácido ascórbico: ilumina y unifica el tono de la piel
El glutatión/GSH es una de las sustancias más abundantes en el cuerpo, combate los radicales libres y presta electrones a los antioxidantes desgastados para que puedan seguir luchando. GSH realiza tareas vitales como la regulación de la función celular. Cuando se trata de la piel, el glutatión puede mejorar casi todo: reparar daños antiguos, estimular la producción de nuevas células y colágeno, reducir el enrojecimiento, la hiperpigmentación y las arrugas, combatir problemas como el acné o la psoriasis. Nuestro cuerpo crea GSH, pero esta capacidad disminuye con la edad. La producción de glutatión se puede aumentar a través de la dieta o incorporándolo a su rutina de cuidado de la piel en forma de cremas o aerosoles. También hay suplementos dietéticos.